martes, 15 de mayo de 2007

¡ZAS! en toda la boca


Vamos con nuestro primer juego. ¡Ánimo!
Hoy tengo resaca, así que vamos a comenzar con algo sencillito, sin mucho reglamento. El juego se llama: "¡ZAS! En toda la boca" y como decía Walter en el Gran Lebowski... en su sencillez radica su belleza. Todo diversión.

Todo lo que necesitas es coraje y una baraja española, francesa o tailandesa.

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La cosa es harto sencilla. Alguien que aún conserve las capacidades psicomotrices básicas intactas procederá a barajar. Situará el mazo de cartas sobre la mesa con un golpe y mirará fijamente al compañero de su derecha con gesto amenazante. A continuación, desvelará a todos los presentes la carta superior al tiempo que dice al primer jugador: "Mayor o menor"

Uh... Grave momento de tensión. El jugador tendrá que arriesgar y predecir si la siguiente carta va a ser mayor o menor que la que tiene en juego. Si por la gracia del destino acierta, tendrá la oportunidad de seguir jugando o de pasarle el marrón a su compañero de la derecha.
Cuando alguien falle se beberá tantos UBE* o vasos como número de cartas se hayan acumulado sin fallar. Efectivamente, éste es el momento "ZAS! En toda la boca" Más aún cuando los osados jugadores tienen la costumbre de forzar la apuesta hasta que les acaba estallando en la cara.

El pobre diablo al que le haya explotado la patata caliente no sólo deberá beber todo lo acumulado, sino que también deberá volver a empezar el juego. La vida es injusta, los juegos del beber aún más.

"¿Y si sale la misma carta? ¿Y si sale el mismo valor? ¿Se puede apostar a igual?" ¡Quién ha dicho eso! Maldita sea, claro que no se puede apostar a que saldrá la misma carta, dejemos lugar al destino. En el caso de que el azar guste de semejante ironía, el pobre jugador al que le toque se beberá todo lo que haya acumulado y además seguirá apostando desde esa cantidad, sin reiniciar la apuesta. BWA JA JA!!!

En fin, como sé que alguno de vosotros es de letras, procedamos a realizar un ejemplo ilustrativo:

Pedro se ha erigido como el maestro de ceremonias y procede a barajar impetuosamente. A continuación posa el mazo sobre la mesa y descubre la primera carta: Un 4 de bastos. "¿Mayor o menor?" Pregunta a Juan, que es el primer jugador. Juan ríe confiado y responde: "Mayor, jur jur". Pedro saca la siguiente carta y resulta ser un caballo. Juan ha tenido suerte y como se cree muy chulo decide seguir jugando en vez de pasar el turno. Elige "Menor" porque es un hombre de ciencia. La siguiente carta es un 6. Juan se creía muy valiente, pero ante la incertidumbre del número decide pasar el turno. El siguiente jugador es Tobías y tras serias dudas acaba decantándose por "Menor". Se muestra la siguiente carta y da el casual de que es otro 6. ¡Qué mala suerte, Tobías! El mismo número. Pedro cuenta las cartas acumuladas: ¡4! El pobre Tobías bebe 4 y sigue jugando a partir de ese número. Vuelve a decir "Menor" y sale un 3. Se libró y no quiere tentar más al destino, así que pasa el turno al buen Gustavo. Ante un número tan bajo, Gustavo grita confiado: "Mayor, mayor". Pedro muestra la siguiente carta y es un 2. Efectivamente: "¡ZAS!, en toda la boca" para Gustavo. 6 vasos hay acumulados, 6 vasos beberá el Gustavín. Pedro volverá a barajar y Gustavo comenzará el juego de nuevo.

Bueno zagales, espero que haya quedado todo clarito y que lo disfrutéis con salud. A ser posible. Añadiremos complicaciones en lo sucesivo, haced esto en conmemoración mía.

*UBE: El UBE es un término que utilizaremos mucho de aquí en adelante. Son las siglas de "Unidad de Bebida Establecida", y es un término aprobado por la irreal academia de la cogorza española (IACE). No es justo decir te bebes un vaso, pocas son las veces es que el vaso es tan pequeño como para ser una buena medida, normalmente son más grandes y valen para varias veces. Pues bien, antes de comenzar las olimpiadas etílicas se decide a cuántos UBE equivale un vaso. Un vaso tamaño agua corriente, por ejemplo, pueden ser unos 4. Si en un juego te mandan beber 3, pues se refiere a 3 UBE. Seguramente sea algo que ya ejercites, pero nunca está de más llamar a las cosas por su nombre. Profundizaremos en este tema en otras entregas.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Brillante descripción de uno de mis juegos favoritos! Pero no coincido en la forma de terminar el juego: yo creo que lo justo es que el perdedor diga una carta (ej: el as de oros) y se van sacando cartas hasta que aparezca la que ha dicho. Si esa carta sale en el lugar 25, pues...25...Ya sabes amigo Piojo, "la vida es injusta, los juegos del beber lo son aún más". xD

El Piojo dijo...

MMmmmmm.... curioso final para el juego y para el bebedor de turno. Podría morir, pero esperar a que salga su carta también podría ser bien divertido. A lo mejor con que acierte un palo... ¡o que se joda! jies jies jies.

Anónimo dijo...

ashii acabareishhh todoshh borrassshos perdiosss


shuciosss hijossh del yeti...

Laura dijo...

Un juego interesante aunque yo prefiero el de mi tío Ramón, coger el vaso y beberlo de un tirón. Pero cualquier método que me lleve a melopea segura me viene bien, contad conmigo.

El Piojo dijo...

Tu tío Ramón sabe mogollón. El camino más directo es siemper el más honorable.

TFFG... no mezcles prozac y whisky, maldito!

Anónimo dijo...

No os da vergüenza a vuestra edad seguir con juegos de beber...no os dais cuenta de que así destruis vuestras vidas?